Los tribunales de justicia, al igual que viejas y nuevas tribunas de comunicación han logrado poner en evidencia la abundancia de delitos, corrupciones y pecados, con sus devastadoras secuelas, en estructuras políticas, económicas, sociales, culturales, religiosas e individuales. El Salmo 129, 3 nos hace tomar consciencia de esa abundancia: «Si llevas cuenta de los delitos, Señor, quién podrá resistir»; algo parecido hace San Pablo en la carta a los Romanos 5,20: «Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia.» Mientras avanzan quehaceres en tribunales y tribunas, también es momento oportuno para dedicarse a hallar la sobreabundancia de la gracia.
Teólogo UPB - Medellín, Colombia, animador de enfoques, actividades y divulgación de Antropocultura - Habilitar posibilidades - Antropocultores
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¡Hola Estudiosos! 
Excelente
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